Oración para hoy

Para otras oraciones ver debajo de la página.

Semana Santa 3

Salmo

Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.

Invoqué el nombre del Señor.
el Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo ;
el Señor guarda a los sencillos :
estando yo sin fuerzas, me salvó.

Alma mía, recobra la calma,
que el Señor fue bueno contigo :
arrancó mi alma de la muerte,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

del salmo 115

Lectura

Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios. Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro. ¡Dentro de mí languidecen mis entrañas!

Job 19, 25-27

o

Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.» Se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Estaba el pueblo mirando: los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó: que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.» También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: «Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!» Había encima de él una inscripción: «Este es el Rey de los judíos.» Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.» Jesús le dijo: Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.» Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.

Lucas 23, 33-46

Canto

Silencio

Oración de Intercesión

Cristo, tu vida no fue un triunfo, cargaste con una cruz: haz que caminemos contigo.

Cristo, tú que en el sufrimiento aprendiste la fidelidad: te has convertido en fuente de salud eterna para todos los seres humanos.

Cristo, tú que abrumado no amenazabas: haznos capaces de perdonar hasta el límite de nuestras fuerzas.

Cristo, tú que ves nuestro sufrimiento, nuestras cargas: haz que caminemos contigo.

Cristo, tú que ves la pena de los exiliados, de los abandonados: hazte cargo de su sufrimiento.

Cristo, cuando la mentira y las preocupaciones intentan separarnos de ti: tu Espíritu Santo nos habita siempre.

Cristo, tú que eres la felicidad de quienes te siguen: haz que vivamos de tu confianza.

Cristo, nuestra vida está oculta contigo en Dios: ahí está una alegría que llega al fondo del alma.

Padrenuestro

Oración

Dios de todos los seres humanos, en un mundo que nos desconcierta con el incomprensible sufrimiento de los inocentes, ¿cómo ser testigos del Evangelio? Concédenos hacer perceptible, a través de nuestra vida, un reflejo de la compasión de Cristo.

o

Dios eterno, fortifícanos y, en silencio y en paz, esperaremos que despunte sobre nosotros la luz de la Resurrección.

o

Jesucristo, tú nos has venido a la tierra para juzgar al mundo sino para que, por medio de ti, el Resucitado, todo ser humano sea salvado, reconciliado. Y cuando el amor que perdona arde con la llama del Evangelio, el corazón, incluso herido, puede volver a vivir.

Cantos


Otras oraciones

Printed from: https://www.taize.fr/es_article1206.html - 18 April 2025
Copyright © 2025 - Ateliers et Presses de Taizé, Taizé Community, 71250 France